22 de abril de 2009

VALLE DE TANTAMAYO

TANTAMAYO UNA AVENTURA

Por Ana Silvia Enciso

Cuando los montañistas deciden no hacer la ruta del Huayhuash por el tema de las lluvias y el difícil acceso que presentaba las carreteras, allí estaba Ana Silvia, montañista de corazón y una linda caminante ,con la que hemos compartido muchas rutas , pues ella decidió explorar el Valle de Tantamayo , provincia de los Humalíes, Departamento de Huánuco , con otros grandes amigos como son Gladys y Max con quienes comparte esta linda aventura …sin mas preámbulos los dejo con el relato que de seguro lo van a disfrutar mucho.

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Desde hace buen tiempo había oído mencionar de Tantamayo y los Yarowilcas, por amigos y en un viernes montañero, donde mostraron la visita a este lugar ... comprendí que Tantamayo se había
convirtió en un punto en mi lista de los pendientes. No estuve atenta a la exposición, mas si a las fotos que proyectaron, sabía que tenía que llegar a ese lugar y tener una foto tan o mejor de la que apreciaba en aquel momento... finalmente, en esta Semana Santa, anime a unos amigos a conocer este lugar, entre ubicarlos mas o menos en el mapa y decirles de que se trataba, decidimos armar el viaje, recolectar la mayor cantidad de información posible, (dicho sea de paso no hay mucho).

Gladys y Max ya estaban con las mochilas listas así que a continuar con lo planeado ,Listos los 3 partimos de esta bulla limeña con ganas de desconectarnos totalmente de la urbe y estar en contacto con la naturaleza; nuestro primer destino, La Unión, empresas Armonía y/o Cavassa, son las que llegan...optamos por esta última ya que la primera ...jamás la habíamos escuchado y no teníamos dato alguno de la misma.
Creo que ninguno de los 3 mencionamos que teníamos un extraño presentimiento o cosas que nos habían sucedido extrañamente antes de empezar el viaje y que luego las empezamos a relacionar...el bus de Lima demoró un poco en salir del terminal (por esperar pasajeros), a la altura de Puente Piedra, el bus se malogra ...O Noooo!!! 4 horas después emprendimos nuevamente la marcha, bueno teníamos un margen de tiempo con el que podíamos jugar pero no tantas horas y menos que ese margen lo usáramos en Lima.

llegamos a La Unión (promedio 9 am. x el retraso), con las últimas gotas de lluvia y obviamente el bus ya había partido ... ok, busquemos las combis, Ò no, las combis no están saliendo, pero pueden hacer una conexión fue lo que nos dijeron, sin mas opciones tomamos una combi que nos llevaría a Tingo Chico (1.30h de La Unión) un mini desayuno y esperar los buses que vienen de Huánuco. Media hora después llegó el bus (el Chasqui) copado y nosotros 3 parados en medio, al subir todos mirándonos extrañada mente, claro era obvio, gente cuyo único interés era llegar a casa, visitar a la familia en esos feriados y descansar todo el fin de semana; mientras que nuestras mochilas y bastones nos delataban: Ò Hemos venido a conocer Tantamayo y caminar todo a su alrededor. Cuando ya estaba sentada, pude dormir un poco (lo que no había hecho en el bus de Cavassa) hasta que escuche un Alto!!...Para!! Bajen!!!, el caballero de mi lado estaba hacia la ventana y no paraba de gritar ni mirar fijamente por la ventana al ver lo que observaba simplemente la sensación de vértigo me invadió, no sabia si el bus estaba con las 4 llantas pegadas en el lodo del camino o estaba cayendo, pues el vacio que vi y sentí .... ni Pasamayo!!, el caballero de mi lado me comentó que hace una semana casi se cae un bus de la misma empresa ...Ooh grandes esperanzas que me daba; a Dios gracias fue un pequeño susto Gladys y Max al otro lado del pasillo, ni se percataron de lo ocurrido. A partir de ese momento no pude dormir y nos pusimos a conversar, el caballero nos contó que las lluvias no quieren irse, que las lluvias regresaron desde el lunes, pensé porqué a nosotros, quizás uno de los tres trajo la mala vibra, ese fue la interrogante en todo el viaje y el motivo de burla entre los tres. Tocamos todo tipo de temas resultó que el caballero era el alcalde de Quircan (3 horas más de Tantamayo) no falto la invitación de conocer su pueblo, según él, mejor que Tantamayo... la verdad me hubiera gustado ir ..pero, tres horas más (aprox.) mis raciones ya no lo aguantarían...no sé porqué tenía una mezcla de sensaciones, me alegraba que esta autoridad se sintiera orgullo de sus raíces, de su hogar, de querer mostrar su tierra, con varios proyectos en mente, pero como hacerlo si ni siquiera hay una carretera, una vez más el sinsabor cuando nos estrellamos con nuestra realidad. Después de casi 6 horas de vaivén en el bus, llegamos Tantamayo (claro si el carro no para acá, allí y más allá pues el nuestro poco falto para dejar a cada uno en sus casa) a conseguir hospedaje; estuvimos en uno que está frente a la plaza, donde funciona además el único locutorio de teléfono de Tantamayo, lo que me recordó el llamar a casa y avisar que llegué bien. Ya instalados, descansados un poco, salimos a cenar algo (en realidad fue almuerzo, lonche, cena) hicimos bien en llevar comida y cocina pues no hay muchos lugares o ser la temporada que todo estaba cerrado, bueno, sirvió además armar la ruta del día siguiente y conseguir a alguien que nos haga de guía, pese a que todos nos decían no se pierden, el camino esta marcado, pero consiente el chip del GPS no estaba instalado, decidimos salir con un guía.
Viernes 10, la mañana fría y el cielo blanco, no era muy alentador, partimos a las 8 am con dirección a Susupillo (4100 msnm) nos dijeron que era lo más alejado de Tantamayo, que a mitad de camino está el pueblo La Florida, o noooo!!! nuevamente la lluvia, a sacar el poncho, llegamos a la Florida un pequeño descanso y los pobladores nos miraban extrañados para qué subir si está lloviendo, nos dijeron, pero nos vieron animados y decididos a que la buena suerte nos acompañara, tenía las manos entumecidas solo buscaba refugiarme en alguno de las habitaciones del complejo, Jeremias, nuestro guía, encontró un sitio donde descansar los 4, cual cuyes, luego de calentarnos y una pequeña merienda, dando tiempo a que pare la lluvia, salimos a tomar algunas fotos, empezó a despejarse ..Yeeeeeee a secar todo al sol... no duro mucho nuestra felicidad cuando empezó nuevamente llover y de nuevo cual cuyes en el sitio, paro un poco pero había mucha neblina; esto ya no va a mejorar, así que media vuelta y a regresar, una fotos más y shshss empezó a llover ahora sí, sin parar.
Con un par de resbalones y caídas llegamos a la Florida, donde el pueblo se encontraba congregado armando la fiesta, y celebrando como si cada uno estuviera de cumpleaños, nos recibieron un Salud con calientito ...realmente un trago nos reanimó; felices había parado de llover y salió el sol, un descanso en casa de nuestro guía y las fotitos de rigor, nos despedimos de todo el pueblo e iniciamos el regreso y o no, lluvia de nuevo, llegamos a Tantamayo cerca de las 4 pm. Ante la preocupación de la gente pues creían que nos había pasado algo, a calentar las humedecidas
trekkeras, un baño,más agua sobre nosotros pero esta vez de una ducha caliente luego un buen almuerzo cena que nos relajo totalmente, salimos a dar una vuelta por el pueblo y ver como viven la Semana Santa, creo que no son católicos estaban más preocupados para que las lluvias cesen que
por cualquier celebración, el frío y la falta de gente hizo que se suspendiera la procesión así que a descansar.
Sábado 11,Ahora si el día se mostraba alentador, esta vez con 2 guías iniciamos nuestro trekking hacia Celmin (4000msnm en el poblado de Pariarca) y bajáramos por Piruro, 2 destinos, de los más lejos a lo más cerca y regresar a Tantamayo. Llevábamos 2 horas caminando y cuando empezábamos a subir....noooo un par de gotas dieron inicio a una lluvia de 2 horas ininterrumpidas, realmente tuve la sensación que era más tiempo, no había marcha atrás nuestro guía nos llevó por un camino en donde nuevamente mi vértigo estuvo presente pero además de eso era una sensación de inseguridad por lo mojado que estaba todo, lo resbaloso del camino, la neblina que había, la lluvia que no dejaba ver con claridad el camino y con el poncho personalmente siento que no tengo la misma movilidad tenía la sensaciónn de tropezarme yo misma... faltando cerca de media hora de subida pude apreciar los graneros de Celmin (como lo llamaban y que de lejos parecen bagones de tren) esta lluvia no tenia cuando parar y con las ganas de buscar algo de abrigo, pero sobretodo por
nuestra seguridad, decidimos seguir de largo el camino volví a ancharse un poco más; caminábamos, no bajo el agua, sino en medio de ella, no sabía si pedir para que esto pare o preguntarme una y otra vez qué hacía yo en ese lugar si realmente no me gusta la lluvia, porque no
desistí cuando debía ...etc...etc... opté por ignorar a mi otro yo y a seguir. el poncho evitaba que me mojara el cuerpo pero las manos, pies (el waterproof ya no funcionaba) era inevitable, finalmente nuestros reclamos, penitencias, peticiones o lo que fuera dieron resultados y la lluvia ceso .. llegamos a Piruro con un par de gotas al momento nos abrigamos las manos el cielo esta vez se despejo por más tiempo quizás como una recompensa por haber llegado y lidiado con nuestros
temores y naturaleza, anyway escanie cada piedra a mi alrededor esta vez la merienda quedó para después y solo me dediqué a estar en contacto con este lugar, a disfrutar de la magia que no había percibido el día anterior, luego de exprimir mis medias y ver que este momento no es eterno, nuevamente empezó a llover, ya no me extrañaba fue nuestro tercer acompañante, faltando cerca de una hora para llegar a Tantamayo, el sol volvió a salir, solo pensaba aprovecharlo para que sequen mis trekkeras y todo las mudas, un baño de agua caliente me relajaría más. Pero la lluvia fue tan fuerte que obstruyó una carretera, no había agua, ni luz, subestimé a la gente de Tantamayo. El sol no calentaba mucho y conforme se ocultaba, todo se enfriaba, nunca seco nada, una vez más, las trekkeras a la leña pero esta vez nunca secaron; mientras estaba en la cocina con la familia del hospedaje nos comentaron que ellos
están asustados que las lluvias ya han tenido que haber parado que ya van 2 casas que se caen, etc, etc.
Otro tema era el retorno así que tuvimos que salir a ver tema del regreso a qué hora salen los buses. Solo hay El Chasqui que parte a la 1 am. y Las Brisas a las 5 am. ambos nos dejaban en Tingo Chico y de allí la conexión a La Union, pero ninguno de los dos habían llegado (ya era 8 pm. y debieron de haber estado desde la 4 a 5 de la tarde) hay problemas en la carretera un huayco, deslizamiento, es que hoy a llovido mucho, pero de todas maneras llegan señorita y con las mismas regresan, no se preocupe que siempre hay alguien que salga, la verdad ya no me alteraba los horarios, creo que empezaba a mimetizarme con ellos donde el tiempo es a lo que menos le dan importancia. Obvio, nunca nos levantamos a la 1 am, pero ya a las 5am estábamos listos cual scouts, y el pueblo seguía durmiendo y no llegaba bus alguno, a las 7 am decidimos salir a tomar desayuno, a las 8am. ya nos preocuparíamos si no llegaba el bus o cualquier otro medio. Pedimos nuestro desayuno cuando vimos una combi que bajaba una señora con su hijo y sobrino quienes venían con carga arriba y dentro de la combi nos habían visto el día anterior caminando creo que se conmovieron de nosotros y junto con un señor (que bajaría una hora después) un profesor (que bajaría 40 minutos antes de nuestra llegada) subimos a la combi 4x4, con sitio y todo reservado para nosotros y no había para nadie más regresamos a Tingo Chico el viaje duró casi 4 horas. Mucho ayudó la urgencia de la señora en llegar si o si a Huánuco, y la cara del chofer que pese a que la combi tenia problemas mecánicos supo salir del paso, de los charcos, lodo, etc el camino estaba realmente destrozado.
Quedamos en Tingo Chico donde pude apreciar el cielo serrano contrastando con las turbulentas aguas del Marañon y tuvimos que esperar, esta vez, casi 2 horas para llegar a la Union, que para variar nos recibió con lluvia, solo nos dio tiempo de almorzar y subir una vez más al bus con regreso a Lima.
Luego de esta experiencia solo me queda me quedan varias cosas para reflexionar:
Ya entiendo a lo que se referían cuando decían Tantamayo es una aventura. Realmente los mejores meses para visitar es Junio, Julio y Agosto mucho sol, calor y los paisajes luciéndose.
Eviten tomar Cavassa, ni de Lima ni de allí‡ parte a su hora, Armonia llega hasta Tantamayo solo que tiene días específicos (por esta época ni se asoma). En Época de lluvia tampoco salen las combis.
Así no sea el look perfecto carguen con sus impermeables y poncho y si no tuvieran este, el clásico plástico azul los va ayudar mucho. La naturaleza no distingue raza, edad, sexo, en este caso tecnología waterproof, goretex llega hasta un punto, luego a exprimir y dejar secar.
Realmente los tiempos son relativos, si llueve o no salen los carros o demoran bastante.
No quiero terminar este relato desanimando o quitando las ganas de conocer esta provincia de Huánuco que tiene mucho que mostrar, en paisaje e historia, por el contrario espero que la(os) próximos que vayan disfruten mejor del lugar menos tiempo en viaje y más tiempo para conocer, que la tan ansiada carretera que piden los pobladores se está realmente construyendo y que el montacargas varado y malogrado que ví, funcione como debe de ser y bueno, que consigan mejores vistas que las más.
Reconozco que no fue Semana Santa que esperaba, básicamente por el clima, la lluvia solo un momento, un chaparrón y ya, lo demás molesta, no lo disfruto. Pero esto me sirvió para entender que la naturaleza es impredecible, como nosotros, que no debemos desafiarla. Solo desafiar, una vez más, todas mis fobias, total no pedimos estar en contacto con la naturaleza? Y sí que la tuve; la próxima vez seré más específica.

Gracias a mis amigos Gladicenta y Max por haberme ayudado, acompañado y por restar un punto en la lista y por la información recopilada a Wilder Macha y Bruno Castro.