30 de enero de 2012

ALBUFERAS DE MEDIO MUNDO A CALETA VIDAL

ALBUFERAS DE MEDIO MUNDO HASTA CALETA VIDAL

Full day(05 de Febrero)

Continuando con las rutas de playa, estaremos iniciando nuestra caminata en Las Albuferas de Medio Mundo, este paraíso se encuentra bastante cerca de Lima, pertenece al Distrito de Végueta, provincia de Huaura, región Lima, cerca al poblado de Medio Mundo. Al lado oeste de la carretera Panamericana norte, en el Km. 175 está la señal de entrada. Es un espejo de agua de 7 km. de longitud, juncos y totorales que enmarcan la inmensa masa de agua dulce del oasis norteño. Los lugareños la llaman ALBUFERA y es más conocida como ALBUFERA DE MEDIO MUNDO por su formación natural, producto de las filtraciones de agua de la irrigación San Felipe.
Visitaremos las playitas de los Viños y “Quita Calzón” es una simpática playita de formaciones rocosas, el mar revienta con fiereza en sus rocas, hacia el sur se puede caminar por sobre ellas como quien entra al mar, las rocas están llenas de vida, cangrejos, choros, estrellas de mar.
Continuando con la ruta estaremos también en la playa Lampay lugar ideal para acampar y escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de la soledad o de la compañía con quién enrumbemos esta aventura. Esta es una gran playa en forma de herradura y cercada de altas paredes naturales de ocho metros de altura, que cuentan entre sus formaciones con pequeñas cuevas, que son producto de la erosión de los vientos contra estos muros.
Finalmente llegaremos a la playa Caleta Vidal, ubicada en el distrito de Supe y estaremos ingresando a esta playa a través de terrenos agrícolas esta zona es muy utilizada por los pescadores artesanales.

Nivel de dificultad : Facil(ideal para personas de toda edad)

Requisitos: Previamente al pago, es necesario enviar un e-mail ingrid_osorio@yahoo.com y preguntar por el cupo disponible y enviar la siguiente información:

Datos Obligatorios:

- Apellidos y nombres completos
- DNI
- Telefono para contacto
- E-mail

Costo :

Público general: S/. 10.00 (Incluye guiado,botiquin de primeros auxilios,radios)

Costos personales son asumidos por el caminante(tranporte,alimentacion y otros)

Guías / Responsables:

Franpisco Ramos. 992-032424(franpiscoramos@hotmail.com)
Ingrid Osorio. 981-754408(ingrid_osorio@yahoo.com)

Punto de partida:

Paradero Plaza Norte

Hora de salida: 7:30 a.m(hora exacta).
Hora de retorno: 6 p.m


Necesitas llevar:


Ropa de baño(opcional)
Zapatillas para trekking
Sandalias(obligatorio)
Objetos de aseo personal
Gorro o visera
Bloqueador solar
Lentes para sol
Agua(1 litro)
Frutas frescas no perecibles
Bastones de trekking(Opcional)



Almorzaremos en algunos de los buenos restaurantes de la Playa Caleta Vidal donde preparan deliciosos platos marinos.(los costos varian entre S/. 10 a S. 20 soles)


CUPOS LIMITADOS Y EL VIERNES 03 CIERRE DE INSCRIPCIONES

17 de enero de 2012

DE PASAMAYO A CHACRA Y MAR CON LOS MONTAÑISTAS

A PASAMAYO CON LOS MONTAÑISTAS

DOMINGO 22 DE ENERO

Bienvenidos a nuestra nueva aventura y empezamos el año que mejor que con una de las rutas de playas de nuestro litoral peruano ,estaremos recorriendo las playas de Pasamayo por las hermosa dunas por una ruta zigzagueante de bajadas y subidas, pero disfrutando del paisaje del mar, sol y arena.
Nuestra caminata se inicia una zona llamada “Campamento” del Serpentín de la zona de Pasamayo donde atesora un conjunto de playas que no tiene nada que envidiar a las mejores playas del norte y sur del Perú.
Al terminar la caminata vamos a disfrutar de los potajes del Eco Truly Park, una hermosa comunidad Ecológica, artística y autosostenible ubicada en el KM 19.5 del Serpentín de Pasamayo de la playa Chacra y Mar en un complejo arquitectónico con un área de 3.5 km.


Nivel de dificultad :Intermedia

Punto de reunión:

Domingo(22)en el paradero Plaza Norte 8 a.m.

Retorno: a las 5:00 p.m

Costos:

Aporte al grupo S/10,00(Botiquín, radios, guiado)

Pasajes ida y vuelta en bus de ruta S/.24,00 (Los gastos totales son asumidos por cada caminante).

Qué Llevar:

Ropa de baño(opcional)
Zapatillas para trekking
Sandalias(Opcional)
Objetos de aseo personal
Gorro o visera
Bloqueador solar
Lentes para sol
Agua(1 litro)
Frutas frescas no perecibles
Bastones de trekking(Opcional)












Informes:

992-032424 Franpisco Ramos(franpiscoramos@hotmail.com)
985-131018 Jose Diaz(ludica_01@hotmail.com)
981-754408 Ingrid Osorio(ingrid_osorio@yahoo.com)

IMPORTANTE

DATOS OBLIGATORIOS(Nombre completo,DNI,Fonos de contacto y e-mail)a ingrid_osorio@yahoo.com

CIERRE DE INSCRIPCIONES EL 21 DE ENERO

8 de enero de 2012

HACIA LA LAGUNA HUASCA

POR UN CAMINO DISTINTO

Raul Arauco

Hace algún tiempo pensábamos ir hacia una de las lagunas donde llegamos alguna vez, el clima, el no recordar el camino salvo solo por trechos y haber dejado de hacer rutas largas eran la dificultad en esta salida, llegando al punto donde la neblina no nos dejaba ver más allá de algunos metros y elegir entre el camino que recordábamos y otro que los pobladores nos decían que llevaba a la laguna, marco esta salida.
Domingo 4 de diciembre inicia esta aventura, salimos del parque Echenique rumbo a Matucana, al llegar una última compra de un mate para tomar en la noche y salimos, casi a las 11:00 iniciando el camino alterno a la cascada de Antankallo, ese de la izquierda, una subida tranquila hasta llegar al anexo de Soca, ahí donde las plantas de flores ornamentales ya estaban sembradas, cruzar un puente que nos lleva de camino hacia Huillpa que era el siguiente punto, al llegar nos percatamos que habíamos hecho más tiempo que otras veces, la velocidad ya no era la misma, nos preocupaba ya que en los planes estaba llegar a la laguna Huasca ese mismo día( como, buena pregunta) la neblina se asomaba en las montañas más altas, Francisco recordaba un reservorio de agua y yo un camino empedrado en partes a los costados, seguíamos subiendo,
preguntamos a un poblador cuál era el camino hacia Huasca, nos señalo uno que a la vista ascendía y cruzaba alto, era cosa de seguirlo nada más, y de a poco se veían algunas casitas y entre la niebla se asomaba un camino recto, por donde bajaba un poblador con una alforja en la espalda, le preguntamos por la laguna y nos dijo que debíamos de seguir el camino y luego voltear a la izquierda por donde solo se veían la copa de algunos árboles, y al dar la vuelta nos dimos cuenta que el reservorio de agua estaba detrás nuestro y caminábamos entre el camino empedrado que recordaba, aparecieron 2 pobladores más que nos indicaban las montañas del lado izquierdo diciendo que la laguna se hallaba hacia allá y que veríamos estancias donde nos podrían decir que camino tomar, llegamos a un punto donde la neblina se hizo más densa y no nos dejaba ver más allá de algunos metros y ese fue un lugar clave para lo que vendría luego, Francisco recordaba seguir hacia la derecha, el camino se veía que continuaba, pero los pobladores nos dijeron que la laguna estaba hacia la izquierda, vimos una casita, pero no había nadie, así que luego de ir, volver y esperar algún corte en la neblina decidimos ir por la izquierda, ese camino no lo habíamos tomado antes, la niebla iba y se alejaba hasta que se mantuvo fija, a las justas llegamos a ver una pequeña estancia, los perros nos vieron antes y sus ladridos nos fueron guiando, solo había una pequeña niña de unos 5 años quizás, con la piel del rostro enrojecida debido a la altura, le preguntamos para donde estaba Huasca, y se fue corriendo hacia su pequeña casa seguida de unos cachorros de perro que luego jugaron con nosotros, comprendimos que esa sería su única reacción y ya no saldría de su casa, unos metros más llegamos a una construcción hecha de piedras y material noble donde se lleva al ganado para poderlo bañar y retirarle luego de aplicar al agua un liquido especial los ácaros y demás que pueda tener, encontramos delante de una pequeña cascada un espacio semi-plano lleno de piedras, algunas no las pudimos retirar, era las 6 de la tarde y Dios apaga la luz, hora de descansar, preparar un mate a las 10 y luego cenar a la 1 de la madrugada.
Al despertar, y ver como el sol ilumina los picos de las montañas que estaban delante nuestro, no sabíamos si seguir el camino hacia Huasca o regresar, de todos modos fui a la estancia donde la niña había corrido a ver si encontraba un adulto, para suerte nuestra su madre salió, nos señalo una pampa luego a la derecha donde se encontraba la última estancia de la zona, conversando con la señora le pregunte si el puma aun rondaba esa zona y su respuesta fue afirmativa, en la última visita se llevo una gallina de su corral, pero refería que la estancia donde llegaríamos era donde más iba, regrese hacia donde acampamos, tomamos desayuno, guardamos la carpa, preparamos mochilas, nos animamos a seguir subiendo a pesar del cansancio y saber que el regreso sería duro, llegamos a la loma, a lo lejos se veía la estancia, el caso era que el ganado hace 10 caminos más aparte del principal, dimos una vuelta innecesaria pero llegamos a la estancia, un señor y su pequeño hijo( además de los perros) nos dieron la bienvenida, sabía de nuestra presencia, su hija ya le había anunciado (al preguntarle acerca del puma dijo que era cierto, hace unos meses se llevo uno de sus chivos de aproximadamente 15 Kg) nos indico el lugar, a lo lejos se veía como la
última subida hacia la laguna Rapagna, nos indico pasar unos farallones hacia la izquierda luego voltear a la derecha, seguir y la tan ansiada laguna estaba ahí, perdimos el camino más de una vez, la famosa curva hacia la derecha no la vimos, pero por la geografía de las montañas íbamos sacando la línea de camino, un último tramo, una última subida y Huasca estaba ahí, por fin, llegamos a las 10:15 pude ver que el nivel del agua era menor del que recordaba, unas aves nadaban más allá, la laguna tiene vida, ahí donde el que menos porque cree que el color verde no existe la vida tampoco, se equivoca, la vida busca adaptarse al entorno, nos quedamos solo 15 minutos, la neblina ya se acercaba y el descenso fue otra historia, de buscar nuestras huellas, de descubrir todas las rutas de desvío que habíamos tomado, de llegar con cansancio hacia Matucana, de encontrar a casi todas los pobladores que
nos dijeron por donde ir y nos preguntaban si habíamos llegado y compartían nuestra alegría, pero con la satisfacción no solo de haber llegado al destino o haberlo hecho por un camino diferente, si no por haber superado la idea que podíamos regresar, la línea que divide la imprudencia del esfuerzo en ocasiones es muy delgada, depende de que tan preparados estemos o no para las circunstancias que la vida nos presenta, solo hay que sacar lo mejor de uno en cada instante y así poder ser mejores cada día.

4 de enero de 2012

LA RUTA DE LA TORTUGA MARINA

PEDALEANDO POR LAS RUTAS DE LOS MONTAÑISTAS....

Margarita Lazo

Tuve que esperar 12 meses para hacer realidad esta ruta...comenzó cuando salimos a cletear con el amigo Carlos mirando la Cordillera Negra le preguntaba cómo sería llegar a Huarmey en bicicleta desde Huaraz, su "si se puede" me animaba y por cosas de la vida no se puedo concretar.
El fin de año llegaba y como es tradición había que recibir el año nuevo en las playas de Tuquillo-Huarmey pero de una forma diferente, haciendo el viaje esperado sobre dos ruedas.
Comenzamos a hacer planes; conseguir que el jefe acepte las vacaciones, convencer a la familia de que no harás falta, comprar la bici, formar la manchita de valientes y hacer el trazado de la ruta.
El tiempo pasaba, la celebración navideña comenzaba y con él días de mucho comprar, regalar y comer... pero yo solo pensaba en la cordillera, el valle y el mar.
Éramos tres hasta el momento. En esos días llegaba la mala noticia, una de esas que nadie espera recibir antes de Navidad, haces un alto en tus planes y piensas una vez más que la vida te quita y te da y que nada es para siempre, por eso aprovechar el momento, dar lo mejor de ti y disfrutar de lo que tienes ahora.

Uno del grupo tuvo que partir a tierras lejanas pues su atención principal era la familia, nosotros podíamos esperar. Pero no se fue sin antes dejar algunos datos de la ruta y la referencia del buen amigo Sergio, quien nos ayudo mucho ya que él había recorrido esos caminos antes.
Con el equipaje mínimo necesario, las bicicletas embaladas, enrumbamos a Huaraz un jueves por la noche. El viaje fue corto y el amanecer espectacular, cielo azul, aire fresco que penetra en tus pulmones como agua helada... taaaantos buenos recuerdos vinieron a mi mente, montaña, ríos y amigos, quienes hacen de éste un lugar especial.

7:00 de la mañana y el taxi nos trasladaba hacia la Cordillera negra al paso Huancapetí a 4800msnm, después de una hora y media de viaje estábamos aquí para comenzar el descenso por un camino lodoso, sorteando a cada instante el paso de camiones atravesamos los terrenos de la mina Hércules. Dejábamos atrás la puna, la lluvia asomaba y yo me apuraba, a cada instante volvía la mirada para ver si Francisco no se retrasaba. De pronto las nubes no aguantaron más y descargo una lluvia de gotas gordas, obligándome a buscar refugio bajo el techado a media agua de una casona en plena carretera. Ahí aguardaba la aparición de mi buen amigo Francisco, mientras tanto los amigos curiosos me hacían compañía, de donde vienes? por que no vas en carro? Huarmey esta leeeeeeeeeeejos llegaras mañana... eran las frases que decían. Pero nada me desanimaba. Al poco rato pasaba el arriero que yo había dejado atrás hace media hora y al responderme que no había visto a nadie bajando en bicicleta me preocupe, por q entonces Francisco estaría muy lejos aún y no tenía idea lo que había sucedido. Esperaba un poco mas pensado q estaría ocupado cambiando una llanta pinchada y felizmente fue así... con 30 minutos de retraso continuábamos el viaje. No tan lejos en medio del valle verde y cálido se veían muchos tejados de casas que formaban la provincia de Aija, pueblo tranquilo y muy acogedor. Ganas de quedarnos a desayunar no nos faltaban pero siendo las 11 am estamos muy retrasados, no nos quedo más que hidratarnos bien, comer la súper barrita energética, fruta y algo mas... teníamos que continuar. Dejamos atrás Aija para perseguir el cauce del rio Huarmey, que en su paso por quebradas y cañones recrea paisajes hermosos que muchos solo verán en postales.

A cada metro que avanzamos no faltaban las ganas de sacar la canon semi profesional y capturar en una foto la belleza natural de las montañas, pero no había mucho tiempo, la consigna era llegar a la costa al atardecer.
El pedaleo era rutinario casi automático... andando a buen ritmo kilómetros atrás Francisco se detenía nuevamente. Que habrá pasado ahora? y al no recibir señal alguna tome el camino de regreso por curiosidad para ver lo que sucedía...ohh sorpresa otra llanta pinchada... que piña!! aprovechamos los minutos en descansar, tomar fotos y planear cuando volveremos a repetir la ruta con los demás amigos. Total dos llantas pinchadas no era algo muy extraño...
Después del receso continuamos para llegar al pueblo de Colca, después de éste el cielo azul se cubrió de blanco, niebla densa y sofocante. Era imposible ver a más de dos metros de distancia, eso nos obligaba a ir despacio en las curvas y bajadas. Después de tres horas salíamos de la neblina para ver el valle verde con densa vegetación, las casas ya no eran solo de abobe sino de caña, las montañas ya no eran tan altas y la gente vestía más ligero. Llegamos a San Damián, el cansancio se hacía sentir, los brazos entumecidos por el estrés de accionar los frenos q no eran de disco (llegando a Lima cambio estos frenos pensaba), el camino no ayudaba, muchos baches, terreno pedregoso hacia doloroso el descenso, el dolor en el hombro izquierdo se acentuaba por el golpe que me di al caer cuando salíamos de Aija (como para no perder la costumbre, una vez mas... a levantarse, sacudirse el polvo, revisión rápida... nada roto todo en su lugar, solo un raspón en el manubrio, timón desalineado y continuamos).

A una hora de Huamba Baja Francisco desaparecía nuevamente, mi espera fue corta y al regresar no lo podía creer; pinchada de llanta numero 3!!!, solo podía decir: que salado! jejeje, veinte minutos más de descanso para mí. Un defecto en el inflador nos hacia más difícil la situación, eran las 5pm y no conseguíamos poner la cleta operativa. Mientras recibíamos ayuda de dos buenos señores ya mayores, que con mucha esperanza contaban que muy pronto el camino por donde veníamos seria la interoceánica que llegaría a la selva, oportunidad de desarrollo para ellos, mucho tráfico para nosotros ya que preferimos los terrenos en estado natural con lodo, baches, cascajo que hacen todo más divertido, menos asfalto.
Era imposible llegar a buena presión con el inflador malogrado, así que decidimos andar a pata hasta conseguir auxilio, era mejor que quedarse sentado a esperar caer la noche. Sin ir muy lejos la aparición milagrosa de un mototaxi nos hizo más corto el viaje a la vulcanizadora ubicada a solo 1.5 km, ésta se encontraba a la salida de Huamba Baja donde comienzan los 42 km de asfalto a Huarmey.

Había que esperar nuestro turno pues muchos estaban esperando ser atendidos....Oscureció y con nuestras linternas encendidas retomamos el descenso en su tramo final cuando ya daban las 6:30 de la tarde. Cuarenta y dos kilómetros nos separaban de nuestro destino... la hacemos en dos horas -dijimos- muy optimistas y continuamos.
La noche no dejaba ver la forma del camino ni de las montañas, las luces reflectivas de la pista eran la única guía. De rato en rato se oían los ladridos de la jauría de perros que celosamente resguardaban sus casas, granjas o chacras... la verdad nunca vimos que había... Resultaba un verdadero fastidio por las perseguidas, pero también bueno ya que nos obligaban a pedalear con más fuerza para huir de sus mordidas y además nos tranquilizaba la idea de saber que no estábamos solos en medio de la nada.

Fueron los 42 kilómetros más largos de mi vida por la incertidumbre de no ver el camino y lo que nos rodeaba. Dos horas después habíamos recorrido 28 kilómetros, se sentía la brisa marina y hasta me parecía oír como las olas rompían en la orilla, seguro eran producto de la imaginación mas el cansancio, pero ya no importaba nada solo pedalear en dirección al mar, como tortugas marinas que al nacer sin saber porque emprenden una carrera sin tregua en dirección al mar, por eso bautizamos esta ruta como "la ruta de las tortugas marinas".

Que sensación cuando vi cerca las luces de colores, decíamos eso es Huarmey, y comencé a pensar en el pollo a la brasa, el baño de agua caliente y la playa. Francisco llevaba la delantera... pedalea mejor de noche que de día... me decía yo misma jajaja.

Siendo las 10:00 de la noche nos encontrábamos en la plaza de Huarmey con las bicicletas llenas de barro, el cuerpo literalmente destrozado y con una sonrisa dibujada en el rostro, la satisfacción de haberlo logrado completar la ruta nos embargaba completamente, una foto para el recuerdo y un "bien hecho" finalizo esta aventura.

Lo que vino después es de imaginarse fuimos por el rico pollito a la brasa y de ahí yo continué soñando con mis recuerdos de lo vivido en esas 13 horas. Ahora estoy en Lima pero mi alma se ha quedado aun por esos caminos y así estará por buen tiempo....